martes, 27 de julio de 2010

Despertar Del Sueño A La Realidad

¡Qué bonito es soñar! Pero sueños buenos, cuando tú apareces como súper héroe, tienes mucho dinero, conquistas a todo mundo, eres estrella en los deportes, tu abdomen parece lavadero y puedes tomar sin emborracharte.

El reino del sueño le da la oportunidad al subconsciente para que se “de una vuelta” y pueda darnos una idea de lo bueno que sería todo si tuviéramos ______ (escribe ahí lo que te haga falta).

Tal vez por eso despertar a la realidad no sea una experiencia muy placentera, especialmente cuando sueñas con todo aquello que quieres. Salir del mundo ideal para entrar a las deudas, a no ganar suficiente dinero o a tener que batallar para que te hagan caso puede requerir más energía que hacer 100 abdominales.

Sin embargo, a veces la realidad no es tan mala, especialmente cuando tienes pesadillas. ¿No es un gran alivio despertar y ver que no te están correteando los lobos, que no está Jason (el de Viernes 13) debajo de la cama y que no engordaste 20 kilos antes de una fiesta?

A veces la realidad, por fea que sea, es una bendición cuando nuestro subconsciente quiere jugarnos una broma pesada o, tal vez, hacernos ver que las cosas no están tan mal como parecen.

Como de costumbre, es nuestra actitud la que dirá la última palabra. El cambio del sueño a la realidad puede ser cansado o una bendición, pero siempre será lo mismo: abrir los ojos para continuar nuestro camino (el de a de veras) por la vida.

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