martes, 21 de diciembre de 2010

Entusiasmo, Aunque Sea Fingido

Hace poco veía una payasa en una fiesta infantil. La chica, supongo que por su dinero, hacía mil malabares y se mostraba feliz hacia una horda de niños que prácticamente no le hacían caso.

Sin embargo, terminó la fiesta con una sonrisa permanente. Ese entusiasmo por hacer un trabajo que se veía bastante ingrato debería ser una inspiración para todos.

El entusiasmo es lo que puede hacer llevadera cualquier cosa, aún cuando no sea totalmente real. En el medio del entretenimiento el entusiasmo es básico; ¿quién quiere ir a un concierto o ver un programa en el que el protagonista no está emocionado o feliz?

Todos lo hacemos. Vamos a reuniones con gente que nos cae mal y fingimos un entusiasmo que no sentimos. Vamos a ver a un cliente insufrible y fingimos que esa reunión es lo mejor que nos ha pasado en el día.

Sin embargo, muchos ni siquiera fingen un poco de entusiasmo cuando quieren ganar más dinero con un negocio o venta independiente.

¿No debería ser al revés? Si tienes algo que te puede dar independencia o un mejor nivel de ingresos, ¿no deberías hacer eso con todo el entusiasmo del mundo, aunque sea fingido como el que utilizas en muchas otras cosas?

Nuestra mente puede ser engañada por nosotros mismos para hacer lo que queramos. Lo que pensamos por más tiempo es lo que afecta nuestra actitud, así que si piensas en entusiasmo es posible que te llegue más rápido.

Así que, no importa lo que hagas, siempre hazlo con entusiasmo, aunque no sea lo que sientas en ese momento. Si perseveras, es probable que termines sintiendo el entusiasmo que finges o, al menos, que hagas más llevadera la cosa que estés haciendo.

Somos seres de hábitos. Si aprendemos a ser entusiastas, probablemente lo podremos “encender” cuando queramos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario