miércoles, 2 de febrero de 2011

Tú Tambien Cuentas

Suena egoísta, ¿no? Sin embargo hay una buena razón para esto. Si has viajado en avión seguramente has pasado por el mismo rollo que tal vez te sepas de memoria: ponerte el cinturón, donde están las salidas de emergencia, etc.

Así, mientras la azafata te dice sonriente todo lo que tienes que hacer, llegas a la parte de las máscaras de oxígeno que caerán si hay una emergencia. Aquí hay una cosa importante: si viajas con un niño, primero te pones tu máscara y después se la pones a él.

Algunos dicen que esto va en contra de la naturaleza protectora pero tiene lógica: si no te pones la máscara te desmayas y el niño no te la puede poner.

Así que por poner “primero a los demás”, de pronto pasas de ser una ayuda para convertirte en un problema.

Los paramédicos tienen también la consigna de protegerse primero ellos. La razón es simple: si ellos salen lastimados la situación ahora es peor y no pueden ayudar a los demás.

El ponerte primero no es algo malo: es algo necesario. Las personas más generosas que conozco también regatean, buscan ventaja y tratan de obtener beneficios.

Así que si estás tratando de poner primero a los demás, tal vez te estás convirtiendo en un problema, más que ser una ayuda.

Preocuparte por ti y los tuyos no es una muestra de egoísmo sino de sentido común. Si después de ponerte primero ya no haces nada entonces tal vez te puedan llamar egoísta, pero solo hasta entonces.

Tenemos la opción de ir hacia adelante y debemos tomarla. Solo cuando estamos más adelantados en el camino podemos guiar y ayudar a los demás, de otra manera, estamos atascados con ellos.

Muchos te llamarán de muchas formas, pero te puedes acostumbrarte a vivir con eso. Para servir de soporte, primero tienes que tener tus pies bien plantados en la tierra.

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