lunes, 4 de enero de 2010

Los Primeros Días Del Año

El inicio de año tiene su propio ambiente. Hay una actitud más optimista, todo se ve bonito y parece haber mucho tiempo para hacer todo lo que se te ocurrió durante la fiesta de fin de año. Los propósitos todavía están frescos y hay una energía positiva en casi todo lo que te rodea.

¿Porqué no puede ser así siempre? No lo sé pero la cosa es que es así. Por eso, hay que aprovechar el inicio de año dando lo mejor, especialmente cuando estás planeando salir de la famosa “carrera de ratas” y buscar tu libertad financiera.

Aprovecha estos primeros días para planear lo que vas a hacer y darle un rumbo más directo a tus metas. Es más fácil hacerlo cuando ya tienes algunas metas y tus propósitos son algo bueno con que empezar.

Quita los que se vea que solo dijiste al calor de las copas y todos aquellos que sean muy abstractos (como “voy a portarme bien”). Los que te queden dales forma de actividad para que realmente se conviertan en una.

Anótalos. Para que algo que piensas se convierta en una meta, hay que escribirlo. No estaría de más tener una hoja de papel bonito para darle seriedad al asunto. Ponla donde la veas todos los días y no la quites; así tal vez tengas la espinita de terminar algo.

Dales una medida. Si vas a bajar de peso, anota cuantos kilos; si vas a ganar dinero, anota cuanto. Mientras más descrito esté todo, mejor. Ser específico no es ser quisquilloso; es ponerte una meta.

Ponles fecha. El tiempo no espera a nadie y un año parece muy largo hasta que se está acabando. Pon fechas realistas para tus metas y mide tus progresos. Siempre habrá algo que termines más rápido o que hagas mejor, así que no pierdas de vista lo que se va quedando atrás.

Este año puede ser tu año, si tienes la actitud correcta. Mientras más ganas le eches, mejor. Hay más tiempo que vida, pero también tenemos fecha de caducidad, así que no hay que confiarse, especialmente cuando está la amenaza de que en el 2012 se acaba el mundo.

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