sábado, 26 de junio de 2010

Perserverar... Aunque No Quieras

Una de las principales causas del fracaso en muchas cosas es la falta de perseverancia. Cuando alguien inicia una nueva actividad, ya sea tener un negocio, tocar un instrumento o hacer ejercicio, siempre hay gran deseo, muchas ganas y grandes expectativas.

Los primeros días todo es gran actividad, mucha motivación y lo que parecen grandes avances. Todo mundo sabe el sacrificio que hay que hacer para lograr el objetivo y solo se habla de lo que falta y como se va a hacer.

Sin embargo, conforme pasa el tiempo, empiezan a aparecer otras cosas más importantes. Como que las prioridades cambian y empiezas a incluir la palabra “mañana” con todos los pendientes que tienes.

Cuando se empieza las frases son algo así:
  • “Tengo que hacer esto”
  • “Voy a conseguir esto otro”
  • “Hay que terminar tal cosa”

Con el tiempo se incluyen las palabras “mañana” y “luego”.
  • “Mañana hago esto”
  • “Luego consigo esto otro”
  • “Mañana o luego termino tal cosa”

Peor aún, después le incluimos las palabras “tal vez” y “si tengo tiempo”.

Perseverar no solo es una palabra de motivación: es un trabajo y puede ser pesado. Levantarte del sofá y hacer las cosas cuando todo tu cuerpo te pide seguir descansando es difícil, pero es lo que hace la diferencia.

Así que, si quieres realmente salir de donde estás, hay que perseverar. No es más difícil que hacer 10 sentadillas o correr cien metros más. Puede ser pesado, pero es lo que te dará la ventaja sobre los demás.

La mayoría se queda sentado, así que no tendrás mucha competencia una vez que decidas sacudir los pies y seguir adelante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario