martes, 6 de octubre de 2009

Hay Que Seguir Adelante

Los gringos le llaman “move on” y se refieren con esto a olvidarse del asunto y seguir adelante. Aunque esto puede sonar un poco ambiguo, lo voy a comentar con una historieta:

Una persona X y una persona Y trabajaban juntos en una empresa. X y Y participaron en un proyecto de mucha proyección, donde Y, una persona con gran carisma y facilidad de palabra, se encargó de las “relaciones públicas” y las negociaciones, mientras X hizo prácticamente todo el trabajo técnico.

Cuando el proyecto terminó, Y, que era el que todos conocían, se llevó completamente el crédito. Subió de puesto, sueldo e influencia. X, por otro lado, se llevó una felicitación de Y y siguió en el mismo lugar. Molesto por como se habían tornado las cosas, X renunció a la empresa.

X nunca mencionó porqué, solo que “era conveniente a sus intereses personales”. Aunque trató de cortar contacto con Y, lo seguía viendo en el ambiente laboral y lo trataba con la cortesía necesaria para no agarrarlo de las greñas cada que se encontraban.

En fin, Y se elevó en el ambiente corporativo y, con el tiempo, llegó a los puestos directivos. X tuvo su propio éxito personal, aunque no tan elevado, en otras empresas en las que trabajó. Sin embargo, aunque Y era un buen contacto, no lo buscó ni por error, recordando lo que había pasado.

Total que Y, con el puesto que tenía, busco a X a principios del 2009, en plena crisis. Le dijo que su trabajo ya no era lo que hacía antes; ahora se encargaba totalmente de ondas administrativas y de relaciones públicas, como todo buen director, y que necesitaba a alguien de su talento y experiencia para competir mejor “sobre todo en estos tiempos”.

Aunque no quería hacerlo, X aceptó por pura desesperación. La empresa en donde estaba tenía problemas, no había habido aumentos de sueldo y había recortes por todos lados. Lo pensó objetivamente y se dijo “¿porque, ahora que estoy jodido, portarme altanero, hacerme el supuestamente digno?”.

Ahora, una persona X tiene un puesto alto en la empresa de donde se fue hace varios años. Sigue trabajando con una persona roba créditos, arrogante, pedante y muchos adjetivos que terminan en “ante”, pero ya lo conoce. Lo sabe manejar. Se hecho, lo podría haber manejado desde hace mucho tiempo.

Ahora, cada que hace algo, se asegura de que todos sepan que es él quién lo está haciendo. Conociendo su historial, Y le confía cada vez más cosas y le da más responsabilidades, aumentando su influencia e ingresos. Una persona X se pregunta muchas veces “¿Porqué no lo busqué antes?”.

La moraleja es simple: el rencor no lo dejaba. Dejarnos llevar por las emociones, especialmente las negativas, es una de las maneras más fáciles de hundirnos, a pesar de que tengamos mucho porque ganar.

¿Cuantos rencores sigues arrastrando? Cuéntalos y verás que son cadenas que te impiden levantarte. X fue aplastado por Y durante años, no porque Y lo quisiera hacer o siquiera lo intentara. Llevar esa carga hizo que, durante años, X pusiera su cuello bajo las botas de Y, aún sin que éste último lo supiera. X se hizo todo el daño a sí mismo.

Así que haz inventario de tus rencores y prepárate para seguir adelante. MOVE ON. A la larga y la corta, será lo mejor que hagas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario