lunes, 16 de enero de 2012

Cuanto antes, mejor


La frase “cuanto antes, mejor” se ha utilizado desde que tengo memoria y tiene la magia de la simplicidad.

Si tienes un problema, enfréntalo rápido y sigue adelante con tu vida.

Es común, entre nosotros los humanos, que le estemos “dando vueltas” a un asunto. Postergar es una de nuestras actividades favoritas. ¿Para que lidiar con problemas, que es desagradable, si siempre podremos hacerlo después?

El asunto es que, como muchas otras cosas, esa actitud normalmente hace que los problemas terminen por agobiarnos y, peor aún, ni siquiera podemos disfrutar de postergarlos, puesto que ya sabemos que nos están esperando.

Al dejar un problema para después le das un poder increíble. Ese problema, por pequeño que sea, empieza a crecer y a hacerse fuerte con nuestra fingida indiferencia, así como la ya trillada metáfora de la bola de nieve.

Si todavía crees que no es común, piensa en todas las cosas que debes enfrentar y las excusas que te
pones para no hacerlo.


  • “El lunes empiezo a …”
  • “La semana que viene voy al doctor”
  • “El año que viene aprendo a hablar chino”
  • “En cuanto cumpla 40 dejo de fumar”


Todo lo podrías hacer en el momento, pero es mejor después.

Así, lo que era pequeño hace una semana de pronto ya es enorme y hasta espanta siquiera pensar en él.

Así que si quieres cambiar algo éste año (apenas va empezando), empieza por agarrar alguno de tus problemas y enfrentarlo de inmediato.

Dos no porque te vas a cansar, solo uno. Con eso no solo te quitarás un problema de encima, sino que te pasará lo que a muchos: agarrarás confianza.

Esa confianza te hará crecer y al siguiente día enfrentar dos; al fin que te sientes fuerte.

Tal como te avientas al agua fría de la alberca para no tener que sufrirla, de igual manera termina por quitarte las cosas que te detienen en la vida.

A fin de cuentas, éste año se acaba el mundo, por lo que tenemos que quitarnos el mayor lastre para irnos tranquilos.

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