viernes, 17 de septiembre de 2010

Posterga tus Preocupaciones

Una de las cosas que se recomiendan mucho para lograr el éxito financiero es lo que algunos conocen como “gratificación postergada”. Con esto se refieren a esperar antes de darte todos los lujos y gustos que puedas.

Si haces esto el dinero estará más tiempo contigo, lo podrás utilizar en cosas que te den a ganar más y tendrás algo para la época de “vacas flacas”.

Cabe mencionar que es un excelente consejo y mucha gente lo sigue. Sin embargo, así como puedes postergar los lujos y los gastos, ¿has pensado en postergar las preocupaciones?

Con esto no me refiero a los problemas que ya tienes encima, sino a los que te preocupan desde ahorita. ¿Hay crisis? Miles de personas se la pasaron preocupándose con qué voy a hacer cuando me quede sin trabajo. Muchos de ellos pasaron lo peor de la crisis sin que los despidieran.

¿Ya puse mi negocio propio? Ahora a preocuparse por un posible asalto, una auditoría con hacienda o que no se venda nada.

Todos los días miles de personas se preocupan por cosas que no han pasado y, probablemente, no van a pasar. Sudan a mares, no pueden dormir por las noches y están estresadas. ¿Y todo porqué? ¿Por algo que tal vez no suceda nunca?

No quiero decir que no te preocupe absolutamente nada del futuro incierto, pero hay una gran diferencia entre planear y preocuparse. Quién planea se preocupa una vez y hace preparativos en caso de que eso suceda.

Los preocupones, se preparen o no, siempre están pensando en eso. Son los que siempre están con el mismo tema, a veces cuando ya lo tienen resuelto.

Es el que tiene asegurado el automóvil pero se preocupa de que se lo hagan efectivo cuando tenga un accidente. Es el que lleva una llanta de repuesto pero se preocupa de que se le ponchen dos al mismo tiempo.

Así que aprende a postergar tus preocupaciones. Prepárate para lo peor, pero espera lo mejor. Deja el estrés para cuando realmente lo necesites y no solo lo malgastes en cosas que no han pasado.

Tenemos tiempo limitado en este mundo y no vale la pena utilizarlo en preocupaciones que tal vez resulten desperdiciadas. ¿O no?

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