Algunos incluso la llaman la regla de oro. El mundo sería un lugar mucho mejor si todos la siguieran y es en todos los aspectos. Los negocios se harían más rápido y se ganaría más dinero, habría menos accidentes y todos progresaríamos más rápido.
Sin embargo, esto no sucede. Todos los días, a todas horas veo personas volar esta regla tan simple y lógica y lo peor es que todavía lo explican para darse la razón a sí mismos y a los demás.
Me refiero por supuesto a “tratar a los demás como quieres que te traten a ti”.
Cuando salgo en las mañana hay conductores que se pasan el alto, van en sentido contrario, se detienen frente a mi cochera y mil otras cosas.
Si, por ejemplo, alguien se estaciona frente a la cochera y le digo que mueva su carro, no recibo una disculpa o algo así, sino una mirada de enojo y una queja: “Nada más me detuve 5 minutos”.
Podrá ser así, pero son MIS 5 minutos. Siempre que alguien viola la regla de oro inmediatamente lo justifica. “Tengo prisa”, “Que se espere”, “No le va a pasar nada”.
Todo eso puede sonar muy lógico, pero también he visto a esas personas quejarse amargamente, insultar y hasta llegar a los golpes cuando alguien viola la regla de oro para ellos.
Trata de recordar los accidentes de tránsito que has visto y, quitando los ocasionados por el alcohol, el 99% son por alguien que se pasó un alto, invadió un carril o no respetó el derecho de paso de otro vehículo.
Y sin embargo, ahí los verás vociferando, justificando y diciendo que no fue su culpa. El mundo se está cayendo a pedazos pero no es culpa del gobierno o los extraterrestres. Es solo por no respetar una regla tan simple. ¿La respetas tú?
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