jueves, 28 de junio de 2012

Los Ahorros A Lo Tonto

En una ocasión, mientras trabajaba para una empresa, uno de los administradores tuvo la genial idea de reducir costos quitando el incentivo económico que le daba a los trabajadores de línea (típicamente personas temporales ganando el sueldo mínimo) cuando se quedaban a trabajar más horas.

El resultado fue que la gran mayoría no se quedaba a trabajar más horas y, en caso de que los amenazaran con despedirlos, se iban sin decir adiós. A fin de cuentas, trabajos de sueldo mínimo abundan. Eso siguió hasta que el director de producción puso una queja exigiendo que regresaran los incentivos para poder cumplir con sus cuotas.

Eso generó un gran pleito con la administración, ya que no querían perder el “ahorro” que habían logrado con sus cálculos. Ese pleito se fue a la dirección general, donde el de producción mostró cómo el ahorro que habían logrado los administradores era más costoso para la planta que lo que decían. Que podían ahorrarse mucho más si quitaran la máquina de café que tenían instalada en las oficinas de recursos humanos.

Eso terminó rápido con la discusión. Unos tipos de administración que afectaron trabajadores de sueldo mínimo para ahorrar dinero, cuando la máquina de café que compraron para ellos costaba más que el famoso ahorro.

Algo común en las corporaciones… algo que enfada a mucha gente… pero es algo que hacemos todos los días.

Podrás decir que tú no eres una corporación y que jamás harías algo parecido, pero es lo que haces, muchas veces en tu propio perjuicio.

Abundan las personas que no contratan un contador para hacer su declaración de impuestos porque “es mucho dinero”. La gran mayoría terminan pagando más impuestos de los que deberían y eso es mucho más que la tarifa del contador. Eso sin contar con que “darte un gustito” al comprar unos nuevos zapatos puede salir más caro que las dos cosas juntas.

También le peleamos el precio a un tipo que nos cobra por lavar el carro o cortar el pasto en el jardín, pero nos gastamos mucho más en comprarnos una cerveza o darle una “cooperación” a quien organiza una borrachera el fin de semana.

Así como las corporaciones hacen ahorros a lo tonto y gastos a lo estúpido (por no utilizar una peor palabra), nosotros también caemos en lo mismo, causándonos el mismo daño a nosotros y a quienes nos rodean.

O sea que, sin darnos cuenta, nos convertimos en lo que más despreciamos. Que cosas… ¿no?

Así que la próxima vez que quieras “ahorrar” en algo, piensa si no estás cayendo en lo mismo de lo que tanto te quejas. Te sorprenderá la cantidad de veces que solo cedes a un impulso y lo justificas con una interesante lógica falseada.

A los corporativos se los puedes pasar, ¿pero a ti?

Busca oportunidades, aprende cómo ganar dinero en Internet. Visita www.comoganardineroxinternet.com.

No hay comentarios:

Publicar un comentario