jueves, 30 de julio de 2009

De Vacaciones En La Playa De La Adversidad

"Puede ser un héroe lo mismo el que triunfa que el que sucumbe;
pero jamás el que abandona el combate."
Leído por ahí
"La flor que crece en la adversidad
es la más rara y hermosa de todas"
El Emperador, "Mulan"

¿Conoces la historia de los niños héroes de Chapultepec? Éstos eran 6 chavos que estudiaban en el colegio militar y que le entraron a los golpes con el ejército norteamericano, que al final tomó el castillo. Aunque hay varias versiones, algunas desacreditando la actuación de los estudiantes, hay algo que no se puede negar en ningún momento: los estudiantes se atrincheraron y aguantaron como los hombres antes de caer.

Los conocemos aquí en México como Los Niños Héroes; tienen un monumento y, durante un tiempo, tuvieron un billete de alta denominación. Han salido en timbres postales, billetes de lotería y mil cosas más. Y sin embargo, perdieron. No quiero quitarles mérito; hay que ser bastante hombrecito para entrarle a los golpes aún cuando la batalla se ve perdida, pero el asunto es que el castillo cayó. Su intervención, aunque inspiradora y heroica, no sirvió de mucho.

Sin embargo, lleva al punto de esta entrada: solo los que perseveran, aún cuando tengan todo en contra, pueden lograr grandes cosas. Lo bueno es que para hacer negocios no estamos hablando de jugarse la vida, pero no deja de ser algo que debes tomar en cuenta.

Poco son los que aprenden algo con el éxito. Son los errores los que te enseñan, pero, más que nada, son los errores los que te hacen fuerte o terminan acabando contigo. Mi papá, campeón nadador en su tiempo, me dio un consejo para mejorar mi técnica: nada contra la corriente. Así que, cuando íbamos a un río, yo nadaba contra la corriente como me había dicho mi papá. No le vi mucho chiste, solo que era más cansado y eso fortalecía mis músculos. Fue hasta que estábamos nadando en la playa que vi que yo no nadaba igual que los demás y no solo hablando de fuerza; yo tenía maña.

Nadar contra la corriente no solo fortaleció mi cuerpo; me hizo más adaptable. Tal vez haya sido la forma de mover los brazos y como acomodaba el cuerpo, el chiste es que podía avanzar más rápido y sin tanto esfuerzo. Eso me dio una ventaja sobre nadadores “de alberca”, más rápidos y experimentados que yo. He andado en ríos caudalosos y en mares picados, pero nunca he estado ni siquiera cerca de ahogarme y no es porque sea mágico; simplemente me entrené en la adversidad. Lo que se acostumbran a la alberca, donde no hay corriente, olas y el agua está limpia, se ven en serios problemas cuando los metes en un ambiente hostil. Y hay que entenderlos: ellos nunca tuvieron ese “entrenamiento”.

Cuando tratas de ganar dinero, en cualquier cosa, vas a tener problemas. Todo mundo los tuvo. Son pocos los que lograron el éxito sin enfrentarse a problemas. Sin embargo, ¿quién crees que puede sobrevivir las crisis? ¿Los que subieron sin tener tropiezos o los que tuvimos que rascarle y aguantar golpes desde el inicio? Hay personas que han aguantado cualquier tormenta que les han aventado. Aún cuando han perdido lo que tenían, vuelven a levantar otro negocio u otra empresa y lo hacen todavía mejor.

Conocí hace años a un luchador que peleó en su tiempo con figuras como El Santo y Blue Demon, grandes estrellas de la lucha libre de los 60s. Me contó que cada que su entrenador pasaba al lado de ellos, les daba un golpe. Sin aviso, sin merecerlo ni nada, simplemente pasaba y los abofeteaba, pateaba o lo que sea. Apenas iba a decir que era un mendigo cuando me dijo que había estado bien, porque un poco después “ya no le tenías miedo a los golpes”. De hecho, dijo que ya ni los sentía.

Así que si estás pensando en llevar las cosas con tranquilidad, olvídalo. Entrale a los golpes. Recíbelos y adáptate. En este mundo solo sobrevive el más apto y ese es el que puede prosperar a pesar de la adversidad y levantarse cuando cae. Si puedes aprender a esperar y hasta ignorar los golpes, estarás más fuerte que tu competencia. En los negocios hay competidores y vas a tener que ser mejor que ellos, así que más vale que sepas como sortear los problemas, porque todos los van a tener.

La adversidad es un gran lugar para visitar y te da dos grandes obsequios: te hace adaptable y te dan ganas de no volver nunca. Estos dos son los grandes regalos que te dan los problemas y son gratis. Acéptalos y sigue adelante.

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