martes, 21 de julio de 2009

El día de no hacer nada

"¿Hoy no vamos a tratar de conquistar el mundo?"
"No Pinky... esta noche, el mundo puede esperar..."
Pinky y Cerebro

Desde que empecé este blog, he comentado acerca de muchas actitudes, predilecciones, prejuicios y demás cosas que pueden impedir que alguien llegue al éxito. También he comentado mucho acerca de como trabajar efectivamente y cumplir tus metas te puede acercar más a lo que quieres lograr. Sin embargo, en esta ocasión, quiero comentar acerca de lo que nos gusta a todos y que es no hacer nada.

Claro que esto no aplica a todos; en esta ocasión me dirijo a ti que te la pasas trabajando para tu nuevo negocio, actividad o lo que sea que estás haciendo para ganar más dinero, posición, influencia o lo que sea que quieras lograr.

Cuando inicié en el marketing por Internet, dejé muchas cosas. Mis tardes y noches se convirtieron en sesiones de investigación, aprendizaje, pruebas y trabajo. Aunque me gusta lo que hago, no puedo negar que había noches en que sinceramente quería descansar. Ver TV. Comerme unas botanas sin estar viendo la computadora. Salir a dar la vuelta. Ir al cine. O, simplemente, quedarme echado pensando en la inmortalidad del cangrejo.

Como quería lograr el éxito cuanto antes, me obligaba a mi mismo a levantarme, olvidarme de los pequeños “lujos” que quería darme y seguir trabajando. Aunque fui avanzando cada vez más rápido, empezó a llegarme uno de los peores enemigos que puedes tener para lograr algo: el cansancio.

No me refiero al cansancio físico o mental, me refiero al cansancio emocional. ¿Cuantas veces has visto que alguien deja algo porque ya “está harto”? Parejas que se divorcian porque ya están hartos de pelear. Artistas que dejan el medio del espectáculo porque están hartos de éste. Gente que cambia de carrera porque está harta de trabajar ahí. Cualquiera de ellos pudo haberse tomado unas vacaciones y llegar vigorizado, pero tal vez dejaron que el cansancio emocional los invadiera tanto que simplemente ya no querían saber nada de lo que hacían.

Mi emoción por descubrir cosas fue decayendo. Mi gusto por escribir, investigar y crear también. Todos los días de hacer lo mismo fueron pegándome en el ánimo, hasta que un día fuimos a un paseo familiar desde las 8 AM hasta casi las 9 PM. Todo el día. Llegamos cansados (físicamente), pero divertidos y con muchas anécdotas que contar. Por primera vez en meses no había pensado en tráfico, ventas, productos, promociones, campañas ni nada de eso. Eso me dio un descanso, pero, más importante, me hizo sentir liberado.

Al siguiente día comencé a trabajar sin ningún cansancio. Volvieron la energía, la curiosidad y las expectativas. Tenía de nuevo mi capacidad de asombro. Hice lo que tenía que hacer con ganas y hasta con alegría.

Desde entonces, planeo mis días de no hacer nada. Todavía no logro mis metas. Todavía no tengo los ingresos suficientes para dejar de trabajar, aunque este año será mi año. Todavía tengo que levantarme temprano y trabajar por las tardes. Sin embargo, siempre tengo mi plan para no hacer nada. Otra vez se como van las series de TV que había perdido. Voy al cine, paseo a la perra y juego con los niños. Estos pequeños descansos han tenido un gran efecto: ya no estoy cansado.

Trabajar arduamente par conseguir lo que quieres es algo que vas a tener que hacer. No hay manera de evitarlo. Pero una de tus actividades importantes es dejar tiempo para ti. Visita a unos amigos. Ve al cine. Emborráchate. Haz lo que sea que te hace feliz. Un día de descanso no va a terminar con todos tus planes y te dará la energía para entrarle con más ganas a tu reto.

Si no lo tienes contemplado, hazlo. Verás como cambia tu perspectiva. Y después de que descanses, busca otras formas de como ganar dinero por Internet y aprende a dominárlas con energía y grandes expectativas. Es lo que puedes lograr con tu día de no hacer nada.

Claro que tampoco exageres... el ocio solo es agradable cuando hay muchas cosas que hacer, pero de todos modos hay que hacerlas. Nada en exceso... incluyendo el trabajo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario