lunes, 3 de agosto de 2009

¿Como Enfrentas Los Problemas?

"El hombre se descubre cuando se mide con un obstáculo"
Antoine de Saint-Éxupery

Todos tenemos problemas. Sería extraño que alguien llegara y te dijera que nunca ha tenido un problema en la vida. Lo peor es que, mientras más cosas hacemos, más probabilidades de tener problemas tenemos. Esto no es algo raro y es de esperarse: si no haces nada, es probable que nunca tengas problemas, aunque tampoco esperes muchos resultados.

Las personas reaccionan distinto ante los problemas y es esta actitud ante la adversidad la que hace la diferencia entre quienes logran el éxito rotundo, quienes más o menos la van pasando y quienes fracasan miserablemente.

Hay a quienes los problemas les quitan toda la energía. Como un automóvil que se ha quedado sin gasolina, cuando alguna de estas personas tiene un problema, simplemente se detiene y abandona el asunto. Para ellos los problemas son paredes y solo queda detenerse por completo ante ellas, antes que tratar de atravesarlas. Normalmente esperan a que alguien más resuelva las cosas y les muestre el camino. Si supieran como hacerlo lo resolverían, pero no saben y no quieren analizarlo.

Existen también los bomberos: ven fuego y corren a apagarlo. El asunto es que rara vez se detienen a ver la causa. En cuanto surge un incendio utilizan toda su energía e ingenio para salir del paso y después descansan hasta que venga el siguiente incendio. Aunque estas personas logran salir de muchos aprietos y resuelven muchos problemas, rara vez pueden bajar la guardia: el siguiente incendio podría ser en cualquier momento.

Siempre será mejor que los primeros, pero, con el tiempo, viene el cansancio. Todos tenemos límites y una reserva limitada de energía. Aún los bomberos tienen que descansar de vez en cuando. Es probable que este tipo de personas termine por buscar algo más tranquilo. También es muy probable que los demás no les puedan seguir el paso; a fin de cuentas, no todos nacemos para ser bomberos. Por último, la búsqueda de acción evita que concentren su ingenio en la causa, más que ver como minimizar las consecuencias.

Por último, está el que resuelve el problema desde su causa. Puede haber incendios, pero una vez que les echa agua, investiga porqué. No importa que deje cosas sin hacer o que baje la guardia ante nuevos incendios; se pone a analizar detenidamente la razón por la que el problema se presentó.

¿Es flojo? ¿No quiere resolver nada? Nada de eso. Simplemente no quiere que el problema se presente nunca más e, irónicamente, es más fácil echar agua en un incendio que sentarse y analizar detenidamente sus causas. Esto toma tiempo. Necesita de atención al detalle. Necesita de análisis y objetividad.

Sin embargo, éste último se cansará un poco para descubrir la causa del problema, pero ya no se preocupará por él nunca más. Es la recompensa de quién decide llegar hasta el fondo del asunto, aún cuando ese asunto sea una actitud suya. Si tienes problemas con tu negocio, tu forma de ganar dinero o tu trabajo, ¿cuál de los 3 caminos sigues?

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