Muchos de los nuevos emprendimientos empiezan con mucho ánimo, esperanza y trabajo duro. Cada pequeño logro es aplaudido y te dan ganas de brincar y salir gritando. Esa primera venta y ese primer servicio son siempre los que te llenan de esperanza y te ayudan a ver el futuro con menos zozobra.
Sin embargo, conforme pasa el tiempo y las cosas no levantan, empieza el desánimo. Te estancas en un cierto número de ventas a la semana y en una cierta ganancia al mes. Tus super planes que tenías ya no se ven tan bonitos como se veían en papel. Empiezas a pensar si realmente sirves para los negocios o tal vez sea mejor que te olvides del asunto y te pongas a trabajar para alguien más.
Es aquí donde hay que recordar una cosa: los planes no los escribiste en piedra, están en papel. Con un simple borrón puedes hacer que cambien. Si tus planes no están dando resultados, es hora de que les des una leída y veas que es lo que te falta. En este momento ya empezaste, ya vendiste, ya viste como son las cosas en el mundo real.
Tal vez la fantasía y la esperanza te hicieron iniciar, pero ahora ya sabes como son las cosas en la realidad y puedes hacer esos ajustes que pueden cambiar las cosas. Tal vez funcione mejor, tal vez peor, pero te puedo asegurar que pasará algo.
Si no es tan bueno, ya sabes que hay algo que no debes hacer. Si es bueno, ya tienes algo que no vas a querer cambiar. Antes de ponerte a pensar en tirar la toalla, haz cambios. Si sigues haciendo lo mismo, obtendrás los mismos resultados.
Tal vez te falte trabajar un poco más. Tal vez cambiar de estrategia. Tal vez contratar a alguien. La lista puede ser interminable, dependiendo del negocio en el que estés, pero es una lista y, mientras tengas algo que hacer, tu negocio tiene una oportunidad.
Llegar a un lugar más alto siempre va a implicar un esfuerzo adicional, así que prepárate para darlo. La gran ventaja es que casi todos no lo van a querer hacer, así que tendrás un pequeño respiro. Estar hasta arriba tiene un costo y, mientras estés conciente de que hay que pagarlo y lo vayas a hacer, eventualmente llegarás ahí.
Nadie dijo que las cosas eran fáciles, pero las cosas son posibles. En estos tiempos en que todo parece estar del nabo y en que todo parece estar destinado a fracasar, hay gente ganando dinero, haciendo negocios y saliendo del hoyo. Conviértete en uno de ellos.
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