jueves, 3 de marzo de 2011

Aceptando el fracaso

Entre las muchas cosas que no puedes predecir en este mundo, hay una que prácticamente puedes garantizar: las cosas no siempre van a salir como tú quieres.

Aunque a algunas personas parece que todo les sale como esperaban, aún estas tienen sus cosas que no les salen, no importa que tanto lo intenten.

Para lograr el éxito hay que aprender a levantarse después de caer y aprender de los errores. Eso también es casi una garantía.

Hay personas que se cansan del fracaso y dejan de intentar, pero hay otras que simplemente no aceptan su fracaso y le echan la culpa a otras cosas.

El jefe no los quiere y por eso no ganan más dinero, aunque lleguen tarde casi todos los días y no terminen su trabajo a tiempo. “Es que el mercado está bajo y por eso el negocio no da”, aunque abran a medio día y tengan un pésimo servicio al cliente.

Para poder aprender las valiosas lecciones que te da la vida, tienes que aceptar el fracaso. Las excusas tienen una función: quitarte la sensación de haber perdido y que no sea tu culpa.

Es algo así como chuparte el dedo inmediatamente después de quemarte. Proporciona un alivio inmediato aunque ilusorio.

Si tuviste la culpa de que las cosas salieran mal hay que aceptarla, no para mostrar valor ni para regodearte en el mal sabor de boca de perder, sino para lo más importante de todo: aprender.

Cuando aceptas objetivamente tus errores, ya que se te pasa la sensación (nada agradable, por cierto) de haberla regado, puedes ver que fue lo que hiciste mal y no repetirlo para la siguiente.
Solo con hacer esto estarás realmente en el camino hacia el éxito y no en el círculo vicioso en el que muchas personas viven.

Aceptar lo que hacemos es fácil cuando ganamos, pero también hay que aprender a disfrutarlo cuando perdemos y aceptar las enseñanzas que nosotros mismos nos damos.

Busca oportunidades, aprende como ganar dinero por Internet.

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