sábado, 26 de marzo de 2011

Esa caprichosa suerte

Si algo siempre ha querido el ser humano es suerte. La capacidad de manipular eventos al azar y juntarlos para que te favorezcan es un sueño que todo el mundo ha tenido y sigue teniendo.

A lo largo de la historia han salido muchos medios de manipular la suerte, por medio de amuletos, rituales y hasta sacrificios.

Hoy en día, aún con toda la ciencia que hay, mucha gente gasta dinero en conseguir suerte. Así es, amuletos para tener suerte en el amor, en el trabajo, en el casino… parecería que, aún con todo el conocimiento humano que hay, seguimos pensando que la suerte es, realmente, una diosa o algo así.

Supongo que se debe al deseo ferviente de todo ser humano de obtener muchos beneficios sin hacer nada. Ni modo, es nuestra naturaleza ser comodinos. Queremos ganar mucho dinero, tener mucha fama y ser perfectos, pero nadie quiere pagar el precio por lograrlo.

Así que muchos van con “el brujo”, le pagan buen dinero para que les haga un amuleto, ¡para ganar dinero!

Hay que aceptar que ese amuleto sí funcionó para una persona: el brujo.

¿Cuántas personas conoces que sus problemas se solucionaron única y exclusivamente gracias a la suerte? No muchas. De hecho, a lo largo de mi vida puedo contar con los dedos de las manos las personas que he visto obtener dinero o facilidades gracias exclusivamente a un evento al azar.

La suerte la tenemos todos y es simplemente el estar frente a la oportunidad en el momento adecuado. Y lo triste del asunto es que muchos están frente a la oportunidad pero no se animan a tomarla.

Hay riesgos, no tienen tiempo, no tienen dinero… las excusas son muchas pero, al final, la oportunidad la toman otros y son quienes tienen el éxito.

¿Qué dicen los que la dejaron pasar? “Ese tipo tuvo suerte”.

Si la suerte se basa en oportunidades, tú puedes hacer las tuyas propias. Comienza por abrir tus ojos a la oportunidad y no dejarla ir cuando se te presente.

Tal vez entonces comiences a tener “suerte”.

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