martes, 29 de marzo de 2011

¿Por qué siguen cayendo en fraudes?


“El hombre se extravía siempre que, no satisfecho de lo que tiene, busca su felicidad fuera de los límites de lo posible.”

“Fausto”, Goethe

Cuando se trata de dinero, todo mundo ha pensado y soñado, consciente o inconscientemente, con la riqueza rápida e ilimitada.

¿Quién no quisiera vivir las vidas de ensueño que solo podemos ver por televisión? Yates, autos de lujo, exquisita comida y dinero para aventar para arriba.

Y tal vez este sueño es el que hace que muchos, sin pensar en absoluto en las consecuencias o siquiera entender lo que hacen, se avientan a esquemas imposibles de riquezas ilimitadas, que siempre terminan en un engaño.

Hace años, cuando solo el correo y el telégrafo existían, era de esperarse que este tipo de timos prosperaran sin problemas. De aquí a que los demás se enteraran de que había unos estafadores haciendo de las suyas podían pasar meses o años, ya que todo era local.

¿Y ahora? Tenemos las noticias pocos minutos después de que suceden y, en algunos casos, hasta reportes en tiempo real.

Este realmente se ha vuelto en un mundo sin fronteras para la comunicación, donde puedes saber oportunamente casi todo lo que quieras.

Y sin embargo, a pesar de las publicaciones donde se habla de fraudes en pirámides, Ponzis, e Internet, la gente sigue cayendo.

¿Qué tienen en común estos fraudes? Todos tienen ganancias imposibles. Una inversión que te da a ganar del 5% al 20% por día es, realmente, algo totalmente fuera de proporción.

Y sin embargo, hay gente inscrita y promoviéndola, algunos para juntar comisiones y otros porque, sinceramente, creen que están ayudando a los que se están quedando fuera.

¿Es realmente cierto que el hombre es el único animal que se tropieza con la misma piedra? ¿A pesar de nuestro cerebro, nuestro raciocinio y todo lo que hemos aprendido, ¿todavía caemos en las manos de vividores y estafadores?

No sé exactamente que pase por la mente de esas personas. A mí me basta leer un poco de esas triquiñuelas para saber, inmediatamente, que se trata de un fraude. Con tanto que se ha hablado de eso, a todos debería parecerles un fraude.

Y sin embargo, me atacan porque “no entiendo la gran oportunidad”. En fin, cada quién. Si estas en un engaño y no quieres ver, no te preocupes. La realidad te despertará eventualmente.

Lástima que su despertador es un cubetazo de agua fría.

No hay comentarios:

Publicar un comentario