martes, 14 de abril de 2009

El Mito Del "Experto"

Muchas veces me han calificado de terco y “contreras”, por la maña de cuestionar cosas, aún cuando vengan de un experto. La razón no es por molestar, atraer atención o conseguir mala publicidad. Simplemente, hay cosas que no me han podido explicar.

En una ocasión, un experto dijo que una línea en la configuración de una computadora no funcionaba. Yo lo rebatí porque ya lo había probado y sí funcionaba. Todo mundo me estuvo dando la mirada de “cállate y haz caso”, pero yo estaba seguro de lo que estaba hablando. Obviamente, el experto solo me consideró algún otro terco, hasta que dijo, supongo que para callarme, que me apostaba $100 dólares. Acepté con gusto e hicimos la prueba. Gané $100 dólares.

Después de pagarme (con cara de pocos amigos), hablamos acerca del asunto y me dijo algo que nunca se me ha olvidado: “No pensé que fuera a funcionar”. Era un experto en la materia y lo sigue siendo. Sin embargo, cuando presenté otra opción, que ya había probado, estuvo dispuesto a perder dinero sin considerar seriamente que podía funcionar. Perdió $100 dólares por no probar.

Esto me dio una lección que se ha presentado con mucha frecuencia en varios aspectos de mi vida. He conocido a muchos expertos, tanto reales como de caricatura, que me han dicho muchas cosas, directa o indirectamente. Una gran cantidad de la información que me dan es verdadera y útil, pero también me han dado información que es solo “de oídas” o es su opinión acerca de algo.

No digo que los expertos no sepan y que no tomes consejos de los que saben; sin embargo, con el tiempo verás que muchas personas se equivocan y que pudiste saberlo, si te tomabas el tiempo para analizarlo con más cuidado.

Sin embargo, mucha gente acepta ciegamente lo que el experto dice. Y digo ciegamente porque aceptan lo que sea, aunque existan otras opciones que se ven mejores de lo que está diciendo. He visto proyectos fracasar al irse por un camino que se veía totalmente mal, pero que contaban con la aprobación del “experto”.

Entonces, ¿No hay que hacerle caso a los expertos? Sí. Especialmente cuando no sabes nada de lo que están diciendo. Sin embargo, cuando tienes conocimiento acerca de algo, no te de miedo cuestionar. Si hay una opción que parece mejor, pregunta porqué no tomar ese camino. Si recibes un “pienso que no va a funcionar”, tal vez sea hora de buscar otra opinión.

Cuando inicias en algo, solo vas a poder seguir a un experto. No tienes otra opción. Pero cuando ya sepas de que se tratan las cosas, empieza a ver porqué se hacen las cosas como te dicen. Si hay otra opción, considérala. Aunque no sea mejor que lo que estás usando, te servirá de ejercicio. Y quién sabe, igual y encuentras algo mejor.

El cuestionar no es tener mala actitud; sí, ha llevado a problemas, pero también al progreso. No creas en las vacas sagradas; el cambio es constante y lo que funciona hoy tal vez no sea tan grandioso como parecía. No solo lleves la contra para entretenerte, pero considera que puedes hacer algo mejor, una vez que tengas la experiencia y conocimiento para ver que más hay. A fin de cuentas, ¿Quién podría tener más interés en tu vida que tú?

No hay comentarios:

Publicar un comentario