sábado, 25 de abril de 2009

Si Quieres Tener Contento A Todo Mundo…

Buena suerte con eso. Aunque cada quién es distinto, compartimos algo: somos seres gregarios. Nos gusta estar con los demás, aún cuando a veces tratemos de estar solos. Bueno, es normal que de repente trates de escapar de la multitud para pensar, tener un tiempo para ti o simplemente para no estar lidiando con otras personas.

Sin embargo, vivimos en sociedad y, debido a esto, tenemos que respetar leyes, reglas y tradiciones para estar a gusto con todos. Nuevamente, buena suerte con eso. Si algo he visto en mis casi 40 años, es que nunca, NUNCA, tendrás a todo mundo contento. No importa lo que hagas, no importa que tanto trates y no importa como acomodes las cosas, siempre habrá alguien inconforme.

Vivimos en sociedad y tenemos que respetar reglas, leyes y tradiciones

El problema es que, muchas veces, quien queda inconforme eres tú. Entre darle gusto a tu familia, a tus amigos, a tus compañeros de escuela, compañeros de trabajo, iglesia, pareja y un largo etcétera, puedes acabar con un poco de locura. Y todo ocurre por la misma razón: a pesar de que la experiencia nos lo dice una y otra vez, seguimos pensando, ilusamente, que podemos encontrar una solución que le de gusto a todos.

Así que complicamos las cosas simples, mentimos, acomodamos y hacemos una gran cantidad de cosas para poder tener a todo mundo feliz, para luego ver de frente la frustración de que no salga todo queríamos. Una de las deliciosas ironías de este caso es que, al querer que todos estén felices, terminas siendo muy miserable. Y, cabe mencionar, nadie queda feliz. Logras, a lo mucho, que algunos no te odien.

Esto se presenta todavía peor cuando quieres tener tu propio negocio o independizarte. Todos tienen su opinión. Habrá quien quiera que conserves tu trabajo, quién te aconseje que hagas el negocio, que te estudies medicina, compres billetes de lotería o te metas al ejército. Todo mundo tiene una opinión, y créeme, la defenderán hasta la muerte. Tú también defenderás la tuya, así que lo mejor es llevarla tranquila de la siguiente manera.

Anuncia tu decisión. Si vas a hacer algo, no digas “es que quiero…”, “estoy pensando en…” y frases como esa. Pon tu posición en claro. “Voy a hacer esto”.

Escucha. Mucha gente, sobre todo la que realmente te aprecia, solo trata de protegerte y se asusta con las decisiones arriesgadas. Si dejas que la gente se desahogue, muchos terminarán por apoyarte.

Aprende a dejar las cosas como están. Hay una persona que, cada que me ve, me recuerda que no fui muy amable con su marido (entonces novio), ¡hace 20 años! En su momento me disculpé y traté de hacer varias cosas para enmendarme, aunque no sirvió de nada. Así que ya lo mandé por un tubo. Ella siempre pensará así y ni modo, hay que aprender a vivir con eso.

Ganar dinero en otras opciones que no sean un trabajo siempre generará dudas, burlas y hasta hostilidad por los demás. Ni modo. Acepta que esto va a pasar. Si esperas a que todo mundo esté a gusto, vas a esperar mucho, mucho tiempo.

Prefiero vivir en el ahora. Ya veremos como se contentan los demás. A fin de cuentas, es problema de ellos si no entienden porqué quieres hacer las cosas de cierta manera. Después de todo, tu actitud ante la vida es tuya y más vale que, si no vas a poder controlar otra cosa, al menos puedas controlar eso.


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