lunes, 20 de abril de 2009

El Obstáculo Más Grande

Mientras hacía unas revisiones en las cosas que he escrito en Internet, volví a ver la entrada de la crítica (¿Te gusta la crítica?) y no pude evitar ponerme a filosofar un poco más sobre eso. Además, no tenía mucho que hacer en una tarde de domingo.

Estuve pensando, y mucho, en las personas que me han criticado desde que estoy en busca de la independencia financiera. En mi caso, yo me metí a los negocios en línea, ya que, para mí, tienen un gran futuro y tengo la facilidad de escribir muchas cosas en corto tiempo, así que, ¿porqué no? Lo peor que podía pasar es que no ganara dinero y ya estoy acostumbrado a que eso pase de vez en cuando.

Conforme algunos amigos se iban enterando, empezaban las críticas, bromas y ridiculizaciones por parte de ellos, incluyendo a mis familiares. No podría decir que es su culpa; tal vez, si yo considerara una idea como tonta, haría lo mismo. Sin embargo, pensado en eso, me quedé recordando cada persona que me había criticado y el 99% de ellos tiene algo en común: ninguno tiene un negocio propio.

De hecho, solo una persona es empresaria; todas las demás trabajan para alguien. Es raro el empresario que te dice que una idea es tonta, a menos que de plano lo sea. En todos los libros que he leído acerca de cómo los millonarios llegaron a ser como son, el denominador común es que han seguido sus ideas, a pesar de la oposición.

Esto no se llama terquedad. Simplemente, es tener la meta en la mente y el camino para llegar. No está de más reconsiderar cuando ves que las cosas están más difíciles de lo que parecían o simplemente no puedes con el paquete, pero el punto es que no hay porqué dejar que los demás decidan por ti.

Y falta mencionar todavía al peor de todos, al crítico más pesado y que puede llevar cualquier emprendimiento que tengas al abismo: TU. Sí, a pesar de todo lo que digan los demás, siempre serás tú quien podrá sabotear tus esfuerzos de la mejor manera. Piénsalo. Tú te conoces y sabes de qué pie cojeas. Tú te dirás exactamente lo que quieres oír para dejar lo que estás haciendo y todavía pensar que es una buena idea.

Cuando quieres iniciar en algo nuevo, siempre se presentarán problemas. Los obstáculos se acumularán y se pondrán frente a ti, a veces de a varios. Y será aquí donde tu crítico te dirá que estabas alucinando barato cuando se te ocurrió entrar a esto y que debes salirte cuanto antes.

¿Lo escucharás? Espero que lo escuches, pero que no le hagas caso si solo está guiado por la emoción. Cuando estamos atorados con algo, lo más cómodo es decirle a todo mundo que tenía razón y dedicarnos de nuevo a lo que estábamos haciendo. Sin embargo, piénsalo un poco. Igual y es hora de dejar todo y aceptar que te equivocaste. Pero no lo sabrás hasta que lo veas detenidamente. Tomar decisiones “emocionales” es poco más que un berrinche.

Mira tus circunstancias y piensa si vale la pena dejar lo que buscas para estar en paz con algunas personas y con tu crítico interno. A veces, es mejor lo demás.


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