lunes, 13 de abril de 2009

¿Qué Es Lo Que Te Motiva?

¿Ser mejor? ¿”Enseñarles” quién eres? ¿Tener dinero? Es impresionante la cantidad y variedad de razones por las que haces las cosas, y, curiosamente, el dinero no es la más importante de todas. De hecho, hay situaciones en las que nunca vas a saber la razón exacta de porqué tienes cierta actitud hacia algo.

Sin embargo, es importante que sepas cuál es esa razón, y no solo para que se te quite la curiosidad. Cuando por fin te decides a ganar dinero y ser independiente, empiezas un camino que estará lleno de obstáculos, chicos y grandes. Algunos de ellos se verán tan difíciles que te preguntarás, una y otra vez, porqué se te ocurrió dejar lo “seguro” para ir por los sueños guajiros.

Es ahí, en el justo momento en que quieres mandar todo al diablo, cuando vas a necesitar de tu motivación. No sé que sea. Tal vez ni tú sepas que es. Pero hay que buscarlo. ¿Es dinero? Si es así, ¿Cuánto es? ¿Qué vas a comprar con él?

¿Es independencia? ¿De qué o de quién? Contestar esta pregunta te dará un objetivo claro y recordarás porqué estás haciendo las cosas y porqué vale la pena. Y créeme, necesitas saber. Y más de lo que te imaginas.

En la película “El Secreto”, que todavía está de moda y la verás como argumento en muchas oportunidades, especialmente cuando se trata de ganar dinero, dice que visualizando lo que deseas obtener y teniéndolo bien claro en todo momento, lanzas una onda magnética que hace que “El Universo” te de lo que estás pidiendo.

Aunque no creo en que los impulsos de tu cerebro te darán un coche, una cuenta bancaria o que te cases con la estrella del momento, sí creo que, visualizar tus deseos despertará tu cerebro y le facilitará enfrentar los obstáculos que seguramente encontrarás.

Y esto es por el enfoque. Tener la actitud correcta no es suficiente si no tienes una meta en mente. Y no cualquier meta. Una que te pueda levantar cuando quieras quedarte “5 minutos más” en la cama, prefieras ver chismes de espectáculos o quieras ponerte a lloriquear porque las cosas no salen bien.

En la película “Rocky”, basada en una historia real, por cierto, la motivación del boxeador no era el título mundial. No era empatar. No era quedarse con la mujer. Su motivación era “aguantar como los buenos” y quedar en pie hasta el último asalto. Eso hizo que se levantara todas las veces que cayó y soportar todos los golpes recibidos.

Aunque iniciar un negocio no te va a dejar la cara morada, sí te va a dar muchos golpes en el ánimo. Si todavía no los recibes, no te preocupes, te llegarán y sin pedirlos. Pensar solo en “quiero ser millonario”, “quiero tener un negocio” o “quiero casarme antes de los 40” no será suficiente cuando te estén dando por todos lados.

Pensar en “voy a ser independiente en 3 años” o “voy a liquidar todas mis deudas en 6 meses” o “me le voy a declarar a la Chachis” son puntos enfocados que te harán levantarte cada que te caigas. Una y otra vez.

Así que tómate unos minutos de tu lucha por levantar tu negocio y pregúntate cuál es tu motivación. Que es esa luz al final del túnel. Cuando la tengas, tendrás también lo que te dará ánimos para mantener seguir adelante y con la actitud correcta.


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