domingo, 12 de abril de 2009

¿Siempre Sigues A La Manada?

En el oeste de Estados Unidos había bisontes, que podían contarse por millares. Estos cubrían grandes extensiones de terreno y servían de comida y vestido para los indios americanos. Los indios tenían muchas maneras de matar bisontes, pero destaca una de ellas para esta entrada: los indios podían crear una estampida y arrear la manada hacia un acantilado. Posiblemente solo los que estaban al frente podían ver lo que pasaba. Todos los demás, solo veían el trasero del compañero de enfrente, justo antes de seguirlo al abismo.

Por desgracia, esto lo he visto con nosotros los humanos en casi cualquier aspecto de nuestra vida. Tú, ¿Qué tanto sigues a los demás? ¿O a la moda? ¿O lo que se acostumbra? Por un lado, es parte de vivir en sociedad; no puedes evitar seguir la corriente para que te acepten o, al menos, no te tengan miedo. Eso es comprensible y hasta recomendable para muchas cosas. Muchas de estas reglas y formas de comportarnos se han estructurado hasta formar lo que conocemos como civilización. Sin embargo, existen muchos otros aspectos de tu vida que no deberían ser parte de “la manada”.

La gran cantidad de prejuicios, racismo e intolerancia se deben precisamente a que mucha gente sigue a los demás sin pensar. En una ocasión, un grupo especial de la policía detuvo a dos pandillas que llevaban un tiempo agrediéndose mutuamente, llegando incluso al asesinato. Cuando interrogaron a varios de los miembros, ninguno sabía la razón por la que empezó el pleito. Simplemente, la otra pandilla era “el enemigo”.

Es, como siempre, cuestión de actitud. Muchas personas siguen sin pensar a un líder que no necesariamente es el más grande, fuerte o rico. Simplemente, es quien parece tener la razón o te dice lo que quieres oír.

Aunque esto tal vez pertenece a un estudio social o algo así, lo mismo sucede en el terreno del dinero. Irónicamente, donde más atención debes poner, es donde, a veces, menos pones. La gran cantidad de personas que cae en fraudes de negocios por seguir a otros es realmente impresionante. Me ha tocado ver personas “invertir” su dinero por escuchar que “Juan está ganando más del 20% mensual en la inversión que trae”.

Graciosamente, también he visto a esas mismas personas cuestionar una y otra vez cuando alguno de sus conocidos quiere venderle algo. ¿Es nuevo? ¿Porqué tan caro? ¿Sirve? “Mmmm, no sé, déjame pensarlo”. Ya sea un radio, un boleto de avión o cualquier otra cosa, todo mundo duda e investiga. Sin embargo, esos mismos meten su dinero (hasta el prestado) en un “negocio” del que no saben nada.

¿Será el instinto de manada del ser humano? Somos gregarios por naturaleza, así que siempre buscamos la compañía y aceptación de los demás. Sin embargo, para cuestiones de negocios, hay que aprender a olvidar a la manada y ver las cosas como individuo.

Tu dinero debe siempre de contar con toda tu atención y cuidado. Nadie lo va a querer tanto como tú y más vale que veas por su bienestar tanto como él puede contribuir al tuyo. Para los negocios, son tu conocimiento y actitud los que van a marcar la diferencia.

Muchos terminan perdiendo en inversiones malas o saturando un mercado solo porque “todos lo están haciendo”. No digo que no sea una buena opción; siempre podrás contra la competencia si te aplicas. Sin embargo, también hay muchas opciones en otros lugares, a veces más redituables y con mayor futuro. Aunque implique dejar a la manada.


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