viernes, 5 de junio de 2009

Rutinas Buenas, Rutinas Malas...

"Continuamos con la rutina de nuestra vida hasta el momento de morir…”
Grissom, CSI Las Vegas

Decía Albert Einstein que “La definición de locura es seguir haciendo lo mismo y esperar un resultado distinto”. Y sin embargo, hay gente que sigue con la misma forma de vida y se queja de las cosas están mal.

¿Porqué somos tan aficionados a la rutina? Aunque puede haber muchas explicaciones psicológicas, parece que la razón más probable es la flojera. Si haces algo que resulta, ¿porqué cambiarlo?

Sin embargo, las rutinas, al igual que cualquier otra cosa, se pueden hacer obsoletas. Así como hay muchas cosas que seguimos haciendo “por costumbre” y no nos afectan en nada, algunas nos pueden detener.

Si no me crees, haz un experimento: apunta todo lo que hagas en el día. Si haces eso por un par de semanas, verás un patrón muy distintivo. Muy probablemente te levantas a la misma hora, te quejas de lo mismo y sales en las mismas fechas a los mismos lugares.

Algunos cambian las rutinas porque les aburren. Consideran que entrar en la rutina es un problema y no quieren estar en eso, así que cambian todos sus patrones cada que pueden. Aunque eso es divertido, no deja de ser una pequeña ancla. Quien tiene una rutina, puede hacer las cosas más rápido, ya que conoce el camino y lo puede seguir.

La rutina tiene, como todo, ventajas y desventajas

Quien cambia continuamente no puede concentrarse en una sola cosa, ya que también tiene que lidiar con el cambio en sí. Como de costumbre, lo mejor es estar en medio. Hay que revisar si tus rutinas sirven o solo te están deteniendo. Hay que ver si realmente te sientes a gusto con tus rutinas o son una imposición de tu trabajo, medio o sociedad.

La ventaja de las rutinas es que las podemos manejar a nuestro antojo. Los hábitos son difíciles de erradicar, pero la rutina es fácil adaptarla. Cuando cambias de escuela o de empleo, es común que, si te distraes, agarres el camino a tu destino anterior. Sin embargo, después de un tiempo “te acostumbras” y ya no te vuelve a pasar.

Así que cambia las cosas para obtener los mejores resultados y, una vez que lo logres, convierte esas cosas en rutina. Con un poco de esfuerzo, podrás hacer, todos los días, “eso” que te está dando a ganar dinero, ahorrar tiempo o saber más.

También revisa la rutina de tu vida para ver si te está llevando a algún lado. Si no es así, prepárate a cambiar las cosas. A fin de cuentas, tus rutinas son tuyas y lo mejor es que las utilices a tu beneficio.

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