miércoles, 20 de mayo de 2009

¡¿Vendedor YO?!

No sé donde hayas crecido ni que educación te dieron. Sin embargo, yo crecí con padres que me inculcaron, en cada paso del camino, que debía estudiar y encontrar un buen trabajo en mi campo. En caso de no ser así, debía crear un negocio que me diera dinero y me permitiera aplicar mis conocimientos.

Durante toda mi vida lo hice. Terminé mis estudios y me puse a trabajar. Logré varias cosas, incluyendo sacar adelante “misiones imposibles” que se veían como un fracaso rotundo. En todo ese tiempo, me uní a varios compañeros que considerábamos al personal de ventas como los “ingenieros de papel”.

Para ser justos, había algo de razón en nuestros comentarios. La gran mayoría vendían nuestros conocimientos y experiencia y hablaban de ellos como propios; sin embargo, ninguno había instalado, creado, programado o arreglado lo que les decían. Fuera de las especificaciones técnicas y el precio, ninguno tenía una idea precisa de lo que hacía lo que vendían.
¿Te da pena decir que estás en ventas?
Por eso, aunque no lo hicieron directamente, mis papás me dieron a entender que ser vendedor no era una carrera o una ocupación: básicamente era lo que hacían los que no tenían de otra.

¿Porqué entonces conozco tantos vendedores que son felices con lo que hacen? Porque la realidad es que todos vendemos. Cuando vamos a buscar trabajo, vendemos. Cuando le decimos a una chica que nos haga caso, vendemos. Cuando ofrecemos nuestros servicios, por glorificados que sean, vendemos. ¿Es el director internacional de la empresa? Entonces es el mejor vendedor de la imagen de la misma.

Cuando quieres hacer un negocio o ganar dinero en otra actividad, estás en ventas. Puedes llamarle como quieras, pero el resultado es el mismo. En la película WALL STREET, con Charlie Sheen y Michael Douglas, Charlie tiene un “argumento” con su padre acerca de esto.

“No soy un vendedor, soy un ejecutivo de cuenta”
“Pides dinero por teléfono; eres un vendedor”

No voy a negar que antes me daba algo de pena decir que era vendedor, hasta que, con el tiempo, me di cuenta de que era precisamente esto. En mi caso, tengo un negocio de Internet y estoy en ventas. Hace mucho tiempo que dejé de pensar que no lo estaba.

En muchos negocios, ya sea tradicionales o en línea, verás muchas descripciones como “reclutar”, “distribuir”, “invitar” y demás. Todas las puedes resumir en una palabra: vender. Y no tiene nada de malo. Los negocios funcionan gracias a las ventas. Sin ventas no hay dinero y sin dinero no hay negocios.

Así que si estás pensando en decir que eres “ejecutivo de cuenta”, “representante” o “promotor”, piénsalo de nuevo. Mientras más rápido aceptes tu situación, más rápido estarás en camino de lograr resultados.

A fin de cuentas, los empresarios más exitosos son los mejores vendedores. La gran mayoría no te lo negarán y hasta estarán orgullosos. Si están mejor que tú, creo que hay que escucharlos…


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